VoyForums
[ Show ]
Support VoyForums
[ Shrink ]
VoyForums Announcement: Programming and providing support for this service has been a labor of love since 1997. We are one of the few services online who values our users' privacy, and have never sold your information. We have even fought hard to defend your privacy in legal cases; however, we've done it with almost no financial support -- paying out of pocket to continue providing the service. Due to the issues imposed on us by advertisers, we also stopped hosting most ads on the forums many years ago. We hope you appreciate our efforts.

Show your support by donating any amount. (Note: We are still technically a for-profit company, so your contribution is not tax-deductible.) PayPal Acct: Feedback:

Donate to VoyForums (PayPal):

Login ] [ Contact Forum Admin ] [ Main index ] [ Post a new message ] [ Search | Check update time | Archives: 12[3]4 ]


[ Next Thread | Previous Thread | Next Message | Previous Message ]

Date Posted: 21:00:55 07/02/04 Fri
Author: Eladio
Subject: Satanismo por Ríos Germán y Rodríguez Franco

Satanismo

Ríos Germán y Rodríguez Franco
Fuente:http://usuarios.advance.com.ar/rmarossi/satanismo.htm


Indice

Demonologia.............................................................................................

Diablo. .................................................................................................

Satanismo...............................................................................................

Sectas satánicas.........................................................................................

Los ritos, los símbolos y practicas satánicas ..........................................

Los ritos satánicos en el juicio de la iglesia ............................................

Motivos del satanismo..................................

Posibles consecuencias de los ritos satánicos.........................................

Definición................................................................................................

Verdadera posesión diabólica.................................................................

El fenómeno del satanismo en la sociedad contemporánea.....................

Acciones pastorales de la iglesia frente al fenómeno del satanismo.......

La realidad del Satanás y sus incidías contra los hombres....................

La antropología de algunos satanistas..................................................

La aproximación al ambiente del satanismo..........................................

Aspecto legales y jurídicos del satanismo............................................

Exorcismo..........................................................................................

¿qué es un exorcismo?........................................................................

Hijos e hijas de satanás........................................................................

Síntomas del satanismo.......................................................................

Las creencias satanistas..........................................................................

Las insidias del diablo............................................................................

Los discípulos del diablo.......................................................................

Marilyn Manson: el ángel caído..............................................................

Deformografía.......................................................................................

MM vs TV............................................................................................

Un par de alas........................................................................................

Las nueve pecados satánicos..................................................................

Las nueve declaraciones satánicas.........................................................



Demonología


"Quia non est nobis conluctatio adversus carnem et sanguinem sed adversus principes et potestates adversus mundi rectores tenebrarum harum contra spiritalia nequitiae in caelestibus"

Con estas palabras el Apóstol nos devela la esencia de nuestra vida espiritual. Con caritativa franqueza nos desilusiona respecto otras formas y medios de trabajo espiritual: "Que no es nuestra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos de los aires",nos dice.

Y es que la acción preternatural pareciera ser una de las realidades más ignoradas de la actualidad. Cualquier persona conoce más de física nuclear (lo poco que se sabe al respecto, digamos de paso) y nada de la acción y fuerza preternatural.

Y es que no es necesario remitirse a más que el Credo o a las Sagradas Escrituras para darnos cuenta de la realidad de este mundo invisible pero eficaz, operante aunque no 'medible' en laboratorios.

Y, para colmo de lamentos, lo poco que conoce el hombre medio es la patraña New Age o el horror satanista.

Por eso hemos estimado como vital trabajar este tema.

Reuniremos en este espacio documentos, trabajos, experiencias, anécdotas, citas de santos y teólogos, milagros y todo cuanto vayamos viendo como necesario, útil y provechoso. Queremos y nos proponemos contribuir a re-dibujar la existencia y vida angélica. ¡Basta ya de ángeles santos tontos, deficientes mentales o políticamente correctos y demonios astutos, entretenidos y omnipotentemente poderosos! Clamamos con impaciencia en este momento. Acudimos a los pies de Cristo para que nos auxilie en esta tarea.

No hay enemigo más peligroso que el demonio, que nos acecha - según las palabras del Apóstol San Pedro - como león rugiente que busca devorarnos. Pero los ángeles de los niños a los que acudía el Señor no han dejado de acompañarnos una vez que maduramos. Están siempre aquí, a nuestro lado. Nos apoyan, consuelan, iluminan y defienden. Ningún está más interesado en nuestro bien y la mayor felicidad que nuestro ángel guardián. Ni amigo alguno es más inteligente, rico, influyente o poderoso.

En este punto los invitamos a leer con calma, degustando, las lecturas que ponemos en sus manos.


Diablo

Ser sobrenatural, espíritu o fuerza capaz de influir en las vidas humanas, en general por medios malignos. Los demonios están presentes en la mayoría de las religiones, así como en la mitología y en la literatura. El exorcismo o práctica de expulsar los diablos que se alojan en el cuerpo de una persona o la poseen, ha sido practicado por numerosas religiones a través de una figura dotada de una autoridad especial. El estudio de los demonios recibe el nombre de demonología.

La creencia en los espíritus malignos y en su capacidad para influir en las vidas de la gente se remonta a los tiempos prehistóricos. Muchos pueblos primitivos creían que los demonios dominaban todos los elementos de la naturaleza. Los espíritus malignos o demonios eran los espíritus de los antepasados que traían la desgracia a la gente. Las sociedades que practicaban el culto a los antepasados pretendían influir en las acciones tanto de los buenos como de los malos espíritus. Algunas sociedades de la antigüedad, como las de Egipto y Babilonia (hoy Irak), creían que estos espíritus dominaban las funciones del cuerpo humano y que provocaban ciertas enfermedades.

Los espíritus y los seres demoníacos tuvieron una gran importancia en el hinduismo, la religión de la India. En las escrituras hindúes, llamadas Vedas y escritas alrededor del año 1000 a.C., se describen diversos seres malignos, como los asuras y los panis, que hacen daño a las personas y se enfrentan con los dioses hindúes. La palabra demonio, del griego daimon, se refiere a unos seres dotados de poderes especiales y situados entre los humanos y los dioses. Estos seres tenían la capacidad de mejorar las vidas de la gente o de ejecutar los castigos de los dioses.

Las principales creencias cristianas con respecto a los demonios tienen su origen en las alusiones a seres malignos o “espíritus impuros” que aparecen en el Antiguo Testamento. En la Edad Media, la teología cristiana elaboró una complicada jerarquía de ángeles, relacionados con Dios, y de ángeles caídos o demonios, liderados por Satán. Éste estaba considerado como el primer ángel caído. En la mayoría de las versiones inglesas de la Biblia el término demonio se traduce como diablo, y en el Nuevo Testamento el demonio se identifica con un espíritu maligno.

En la religión islámica también aparecen numerosos demonios. Las escrituras musulmanas describen a un grupo de ellos llamados jinn, que causaban la destrucción y presidían los lugares en los que tenían lugar actividades malignas. El primer jinni fue Iblis, expulsado por Alá por negarse a venerar a Adán, el primer hombre.

Los demonios forman parte del folclore popular en todo el mundo. Muchos de estos demonios tienen características especiales. Entre ellos se encuentra la familia de los vampiros, que chupan la sangre de sus víctimas, el oni japonés, que provoca las tormentas, y en la Escocia legendaria los kelpies acechan los lagos para ahogar a los viajeros incautos. La creencia popular en demonios y espíritus malignos ha ido desapareciendo poco a poco a partir del siglo XVII.

Satanismo

Culto a Satán, por tradición relacionado con el ocultismo, la brujería y la misa ne ión de las oraciones y los credos cristianos, el sacrificio de animales y las orgías rituales.

El satanismo aparece como un residuo del culto a los demonios, ya que no considera al diablo como un ser benefactor o maltratado sino como un enemigo más poderoso que las fuerzas del bien, que se han mostrado incapaces de cumplir las promesas hechas al mundo. La historia del satanismo es oscura. Es posible que el mariscal francés Gilles de Rais, condenado por herejía, satanismo e infanticidio, fuera uno de los primeros adeptos a este tipo de culto. El satanismo pareció revivir en Francia durante el reinado de Luis XIV y ha pervivido desde entonces, casi siempre en secreto pero, en ocasiones, continúa siendo objeto de la atención pública.


Las sectas satánicas

Los grupos son muy diversos algunos están relacionados entre sí otros no, ciertos grupos son desconocidos hasta para las mismas personas que frecuentan el ambiente satanista.

En Estados Unidos se encuentra la mayor concentración de grupos satánicos conocidos, es decir, que actúan más o menos abiertamente y es también en ese país donde podemos encontrar las mayores referencias bibliográficas sobre el satanismo contemporáneo. Grupo satanista que ha tenido cierta notoriedad, también después de la observación que como participante ha hecho el sociólogo americano William Sims Bainbridge, es The Process Church of the final Judgement ( La Iglesia del Proceso del Juicio Final), surgido en 1965 en Inglaterra y difundido en algunos países, sobre todo en Estados Unidos antes de su escisión en dos grupos diversos; actualmente The Process se ha extinguido. También se conocen algunos grupos de Inglaterra e Italia.

Existen grupos que no se presentan como satánicos, afirmando que practican ritos paganos para relacionarse con las “fuerzas ocultas de la naturaleza”, pero en realidad ponen de manifiesto aspectos que permiten su ubicación dentro del mundo del satanismo.

Los ritos, los símbolos y las prácticas satánicas



Los ritos satánicos son un conjunto de gestos y de palabras orientados a provocar un cambio de las situaciones o acontecimientos que no se pueden obtener a través de medios o instrumentos comunes. Es una especie de liturgia invertida.

No se puede excluir que durante estos ritos, algunos grupos lleguen a perpetrar actos de escarnio o profanación de cadáveres, violencias físicas incluso sobre menores y hasta homicidios rituales.

La agrupación en la cual se inspiran algunas sectas satánicas es la Church of Satan, fundada en EEUU en 1966 por Anton Szandor La Vey. Este hombre La Vey es escritor de tres libros que constituyen un punto de referencia para el mundo satánico contemporáneo: The Satanic Bible Complete Witch (La Hechicera perfecta de la Biblia Satánica), The Satanic Rituals (Los ritos satánicos) aquí se encuentran ritos en latín, francés, inglés y alemán.

La misa negra es el rito principal. Este rito es oficiado por un celebrante, un diácono, y un subdiácono (servidores); como instrumentos se utilizan cirios, un pentáculo invertido, un cáliz lleno de vino o de licor, una campanilla, una espada, un crucifijo invertido. El altar es una mujer desnuda y los participantes llevan vestidos negros con capucha. El rito imita más o menos lo que es la Misa Católica con las oraciones en latín, francés e inglés. En lugar de invocar el nombre de Dios se invoca Satanás y a diversos demonios; se recita el Padre Nuestro en sentido contrario (padre nuestro que estás en el infierno); se dicen blasfemias contra Jesucristo, y la Hostia es profanada de varias maneras (utilizándola en prácticas sexuales, pisándola repetidamente y con odio).


Los Ritos Satánicos en el Juicio de la Iglesia

Hoy, pululan las más variadas formas de una sacralidad que se podría definir naturalista, una concepción de la naturaleza (del cosmos y del hombre) que -casi al estilo de la era precristiana- vuelve a ser considerada divina en sí misma.

“No creer ya en Dios no significa creer en nada; por el contrario, significa creer en todo”. Esta conocida intuición de Chesterton describe bien la condición de muchos hombres de hoy, los cuales, tras abandonar la fe cristiana y decepcionados de la razón iluminista, no consiguen liberarse de la angustia de su soledad radical frente al mundo y al tiempo. Para dominarla recurren a la magia, que permitiría obtener la protección de poderes ocultos, y no renuncian a buscar una alianza con las mismas potencias del mal.

Por esto proliferan las prácticas mágicas; incluso algunos fieles “cristianos” participan en grupos satánicos que practican un culto abiertamente contrario a la religión católica

La acción ordinaria de Satanás consiste en inducirnos al pecado, que es un extravío culpable de la libertad.

La enseñanza del Concilio Vaticano II ilumina esta situación: “El hombre, al examinar su corazón, se descubre también inclinado al mal e inmerso en muchos males que no pueden proceder de su Creador, que es bueno. Negándose con frecuencia a reconocer a Dios como su principio, rompió además el orden debido con respecto a su fin último y, al mismo tiempo, toda su ordenación en relación consigo mismo, con todos los otros hombres y con todas las cosas creadas. De ahí que el hombre está dividido en su interior. Por esto, toda vida humana, singular o colectiva, aparece como una lucha, ciertamente dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas".

Las advertencias de la Sagrada Escritura sobre la ilicitud de los cultos a Satanás son constantes, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. El punto central de la condena de la Biblia es la conciencia de que estos cultos implican un rechazo del único y verdadero Dios; lo que está en juego es el señorío de Dios sobre su pueblo: “Yo, yo soy el Señor, y fuera de mi no hay salvador” (Is 43,1-1).

En la Alianza el Señor había mandado: “A Yahveh tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás. No vayáis en pos de otros dioses, de los dioses de los pueblos que os rodean, porque un Dios celoso es Yahveh tu Dios que está en medio de ti. La ira de Yahveh tu Dios se encendería contra ti y te haría desaparecer de la haz de la tierra. No tentaréis a Yahveh vuestro Dios, como le habéis tentado en Massá” (Dt 6, 13-16).

La condena veterotestamentaria (A.T.) permanece intacta en el Nuevo Testamento: “Dícele entonces Jesús: “Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto” ” (Mt 4, 10).
Los escritos apostólicos recogen con fuerza la condena de las brujerías: “Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y

cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios” (Gal.5,1 9-2 1).

Es unánime al respecto la doctrina de los Padres de la Iglesias sobre todo de los primeros siglos del cristianismo, cuando abundaban los ritos mágicos y satánicos. Podemos recordar las palabras de Tertuliano: “De astrólogos, brujos, charlatanes de cualquier clase, ni siquiera se debería hablar. Y sin embargo, recientemente, un astrólogo que se declara cristiano ha tenido la desfachatez de hacer la apología de su trabajo. (... ) La astrología y la magia son torpes invenciones de los demonios"; así como las de san Cirio de Jerusalén: “Algunos han tenido la osadía de despreciar al Creador del paraíso, adorando la serpiente y el dragón, imágenes de aquel que hizo expulsar al hombre del paraíso".

En ninguna época de la historia del cristianismo ha cambiado el juicio de la Iglesia sobre los cultos satánicos. Estos entran en la categoría de la idolatría, porque atribuyen poderes y características divinas a un ser que no es Dios.

Por lo tanto, son actos que apartan radicalmente de la comunión con Dios, ya que es una libre opción por Satanás. Nos encontramos frente a un pecado contra el primer mandamiento de la ley de Dios. “Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone "develan" el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a "mediums" encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios".

Hay otro aspecto de los cultos satánicos que no podemos olvidar, cierta visión maniquea de la realidad, tal vez inconsciente. Esto es, poner dos principios como fundamento del mundo y del tiempo, luchando entre sí y en busca de adoradores. No hay nada más extraño a la fe católica que ese maniqueísmo. Las repetidas declaraciones del Magisterio de la Iglesia, han reafirmado siempre el carácter de criatura propia del diablo, y el origen del mal en su voluntad, y en la libertad de los hombres.

Tratándose de culto, no nos encontramos frente a una simple debilidad humana, sino frente a una opción libre y radical contra Dios, que debe ser considerada, en su aspecto objetivo, como pecado mortal.

Y de paso conviene recordar, que los ritos satánicos contienen muchas veces el sacrilegio (particularmente de la Eucaristía), por lo cual es necesario advertir que “Quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleva o retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica".

Esto puede ayudar a descubrir la gravedad de tales prácticas. Lo cual no significa que, en condiciones precisas, no se pueda obtener el perdón.



Los motivos que llevan a la práctica de ritos satánicos



Resulta complejo el análisis del mundo de las motivaciones de los que se declaran a favor del satanismo y traducen sus convicciones en comportamientos que van contra corriente, a menudo con efectos de carácter judicial (por ejemplo, la violación de sepulcros, los macabros rituales con matanza de animales, el estrupo de mujeres vírgenes que más o menos consienten, o comportamientos de pérdida del propio control en sujetos psicológicamente frágiles).

- La convicción de obtener ventajas materiales de diverso tipo, incluso con perjuicio para otras personas.

- La voluntad de "contestar" a la sociedad de modo excéntrico y transgresivo; la asimilación interior de las exigencias ambientales como oprimentes tiene como consecuencia la concepción en términos tiránicos del mundo, de la ley (divina o humana) y, más en general, del entorno cultural, social y familiar.

- Una morbosa atracción hacia lo que es pavoroso y horrendo tal vez dictada por el deseo inconsciente de exorcizar los propios miedos.

- La respuesta violenta a traumas, a veces sufridos en la infancia.

- La adquisición de poderes particulares que se cree que pueden obtenerse por medio de conocimientos ocultos y por la participación en determinados ritos.

- La satisfacción de desviaciones sexuales a través de experiencias inusuales, que tienen como base algo de oscuro y ritual.



Muchas veces esta opción por lo Satánico está vinculada a una crisis de fe mal resuelta, relacionado a la incapacidad de aceptar, ya sea la experiencia del mal físico, o el vivir serenamente la relación con las normas morales.

Podemos examinar diversas hipótesis teóricamente posibles para llegar a la que nos interesa; alguna de estas posturas se adoptan en momentos de “crisis de fe” y aquí estamos también nosotros

a) una conversión más plena a Cristo, aceptando su “yugo suave” y pidiéndole perdón por haberlo abandonado temporalmente.

b) negándose a pensar en Dios (ateísmo teórico y práctico), ó de otro modo pensar que, si existiese, sería, por una parte, responsable del sufrimiento; y por otra, fuente de las normas éticas que parecen traer tanta desazón.

c) La tercera hipótesis se puede configurar como el así llamado "creer a su manera" en un dios esculpido por uno mismo, forjado para el propio uso y consumo, de tal modo que consienta aquello que se quiere que é1 consienta y prohíba sólo aquello que está dispuesto a dejarse prohibir; un dios con el cual se puede hablar, si se quiere, pero como se quiera y cuando se quiera; en todo caso un dios diverso de aquel que anuncia la Iglesia (esto se puede hacer individualmente o afiliándose a una de las numerosas sectas que ofrecen una especie de supermercado de lo sagrado).

d) la propiamente satanista: el resultado ultimo de la crisis religiosa de la cual tratamos, no es ni una conversión, ni una forma de ateísmo o agnosticismo más o menos explícitos, sino una rebelión radical contra el Dios de la Biblia, sea que se traduzca en una explícita adoración de Satanás, considerado como un ser personal, o que se reduzca a su invocación o evocación para obtener beneficios, o también que se limite a un uso más o menos simbólico de doctrinas y ritos satánicos para liberarse de residuos de la propia fe o incluso de la propia cultura cristiana.

El acto de fe del satanista es un acto de fe al revés, en el cual expresa su propia fe en esta fuerza cósmica, disolvente y destructiva, de la cual el hombre es, a la vez, dueño y esclavo.

La frustración humana corre el riesgo de explotar de modos descontrolados y extremos; a los “espíritus frustrados” o a cuantos sufren de alguna forma de egolatría aguda, el satanismo parece ofrecerles una alternativa u oportunidad por medio de una burlesca inversión de la religión; para esto se apela al adversario de Dios, dado que el Dios de la fe no parece garantizar la felicidad terrena a la cual se aspira, al menos en los modos y tiempos en los cuales se la querría realizar.

En este contexto se entiende bien el deseo de adquirir un poder más o menos absoluto sobre sí mismo, sobre los otros hombres y sobre las cosas; por esto el satanismo implica la creencia en una cierta forma de magia ritual, que permite hacer propicias las fuerzas ocultas, sea identificándolas lineal y directamente con el Satanás de la Biblia, o bien imaginándolas de una manera más difuminada, impersonal, pero de todos modos relacionado con el lado oscuro del cosmos y de la vida.

Esta suerte de perversa veneración del demonio es porque de él se espera obtener beneficios, o porque se lo asume como modelo de una rebelión contra Dios; ya sea que se conciba a Satanás como persona real (el ser espiritual pervertido y pervertidor de la fe cristiana), sea que se lo entienda como una realidad impersonal, con connotaciones (materia y energía) que lo oponen a la concepción cristiana de Dios; o que simplemente se lo tome como pretexto para crear un signo conscientemente anticristiano de la exaltación de sí mismo.

El verdadero objeto de adoración del hombre que se dedica a prácticas satanistas sigue siendo siempre su "yo", con el deseo desordenado de construirse una felicidad totalmente terrenal sin recurrir a la ayuda de Dios, contando sólo con las propias fuerzas naturales o, en todo caso, con las de Satanás.

Diversos problemas de la sociedad contemporánea contribuyen, ciertamente, a hacer, que el terreno para la siembra satánica sea más fértil, y entre estos encontramos:

- La soledad del individuo dentro de la masa impersonal y amorfa

- El impacto con ambientes que denigran al cristianismo o que en su propia visión tratan de diluirlo (materialismo, consumismo, hedonismo, etc

- La disgregación de la familia a causa del debilitamiento o de la pérdida de la fe en Dios, único que puede darle amor, armonía y unidad.

- La subversión de valores tanto, moral, espiritual y físico, introducen al hombre en una sociedad difícil.



Posibles consecuencias de la participación en ritos satánicos



La participación en sectas y en cultos satánicos deja al hombre cada vez más indefenso frente a Satanás. Aún convencidos por la fe de que el diablo no tiene poder sobre la salvación eterna del hombre, no podemos considerar que la libertad (de modo particular, la libertad en estado de pecado) es omnipotente frente a las insidias del diablo. Cuanto más participa una persona en las prácticas aludidas, tanto más débil e indefensa se encuentra.

En este sentido se puede suponer que los afiliados a sectas satánicas corren el riegos de convertirse más fácilmente en víctimas de realidades como, el “hechizo”, “el mal de ojo”, las “vejaciones diabólicas” y las “posesiones demoníacas”.

De diversa naturaleza son las acciones extraordinarias de Satanás contra el hombre, permitidas por Dios por razones que sólo El conoce. Entre éstas podemos citar:

- trastornos físicos o externos (basta recordar el testimonio de la vida de tantos santos).

- intervenciones locales sobre casas, objetos o animales; obsesiones personales, que ponen al sujeto en estados de desesperación.

- vejaciones diabólicas, que se manifiestan en trastornos y enfermedades que llegan a hacer perder el conocimiento, a realizar acciones o a pronunciar palabras de odio contra Dios, Jesús y su Evangelio, la Virgen y los santos.

- finalmente, la posesión diabólica, que es la situación más grave porque, en este caso, el diablo toma posesión del cuerpo de una persona y lo pone a su servicio sin que la víctima pueda resistirse.

Todas estas formas por misteriosas que sean, no pueden considerarse sólo situaciones de tipo patológico, como si fueran todas y siempre formas de alteración mental o de histerismo. La experiencia de la lglesia nos muestra la posibilidad real de estos fenómenos. Frente a estos casos, la Santa Iglesia, siempre que haya certeza de la presencia de Satanás, recurre al exorcismo. La celebración de este sacramental, reservado al obispo o a ministros elegidos por él para ese fin, consiste en la reafirmación de la victoria del Resucitado sobre Satanás y sobre su dominio.

Junto con los exorcismos, el nuevo Ritual incluye también bendiciones que manifiestan el esplendor de la salvación del Resucitado, ya presente en la historia como un principio nuevo de transfiguración de la vida del hombre y del cosmos. Estas bendiciones son apropiadas para confortar y ayudar a los fieles, sobre todo cuando no se tenga certeza de una acción satánica sobre ellos. Se incluyen, por lo tanto, en la práctica normal de oración de la comunidad cristiana.

Pero el recurso fundamental contra las asechanzas de Satanás es la vida cristiana en su realidad diaria: la celebración frecuente de los sacramentos (sobre todo de la penitencia y de la Eucaristía); la oración; la caridad acompañada de obras, el testimonio gozoso frente a los demás, la pertenencia fiel a la comunidad eclesial; etc.


Definición



Podemos dar una definición general de lo que es el satanismo: “personas, grupos o movimientos que, de forma aislada o más o menos estructurada y organizada, practican algún tipo de culto (por ej: adoración, veneración, evocación) del ser que en la Biblia se indica con el nombre de demonio, diablo, Satanás”. El Diablo o Satán “no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios".

Para los satanistas el Diablo es considerado como: ser o fuerza metafísica; o como misterioso elemento innato en el ser humano; o energía natural desconocida. Es importante saber que muchas veces no se lo define propiamente. Muchos hablan de la “energía natural desconocida” no dando a conocer a quién se refieren. Se esconde de mil modos y engaña como engañó a nuestros primeros padres. Se lo llama de muchas maneras pero sobre todo se lo invoca a través de diversas prácticas rituales. Nuestro interés es definir no al Demonio sino a los adoradores de éste.


Verdadera posesión diabólica



La condición más difícil para proceder a un exorcismo es la “verdadera posesión diabólica”. Resulta fácil sentirse inclinado a pensar en una presencia demoníaca cuando se está frente a horrores como las matanzas colectivas sin sentido, las crueldades con que se tortura a seres humanos inocentes, los crímenes cometidos por narcosatánicos. En todos estos casos parecería que estamos frente a una maldad sobrehumana.

Pero un espíritu sereno no debe guiarse por opiniones ni por impresiones. Ya el Ritual Romano, aunque data de hace casi 400 años y que sus conocimientos médicos eran tan primitivos que aún hablaba de la “bilis negra”, como posible explicación natural de los trastornos que solían atribuirse al demonio, se mostraba sumamente cauto

En su norma tercera ordenaba no creer fácilmente: “en primer lugar no crea fácilmente que alguien sea atacado por el demonio”; exigía signos evidentes, tales como: “hablar una lengua desconocida por medio de muchas palabras, o entender al que lo habla, descubrir cosas distantes y ocultas, exhibir una fuerza superior a la situación natural de su edad o de su condición; y otras cosas de esta especie”.

El mismo Ritual no consideraba todavía definitivos estos signos, sino sólo “maiora indicia” (indicios mayores) y por eso en el caso de que se dieran varios juntos: “los cuales, cuando concurren muchos, entonces serán mayores las manifestaciones”.

Entre estos -id genus- (n.e.-. de esta especie) apuntaba en su norma 16 la aparición de convulsiones o de tumores anormales: “cuantas veces vea al atacado que es perturbado en alguna parte del cuerpo, o lesionado, o aparecer un tumor en alguna parte, ahí haga el signo de la cruz, y rocíe agua bendita, la cual por tanto tenga al alcance”.

Estos criterios, que parecerían ser suficientemente claros en el tiempo en que se redactó el Ritual Romano, resultan insuficientes ahora, porque a la luz de las modernas ciencias, sabemos que pueden tener explicaciones naturales.

No podemos afirmar que nunca se dan casos de verdadera posesión diabólica, sin embargo, en acatamiento a las normas de la Iglesia, no se debería pensar en facilitar o multiplicar el recurso de los exorcismos, sino por el contrario, ser doblemente cautos.

El obispo, solicitado a conceder el permiso para proceder a un exorcismo, tome en cuenta que es riesgoso concederlo en casos de pseudo-posesión (n.e.: falsa posesión) porque la víctima puede afirmarse aún más en su convicción de estar poseída y puede descuidar las precauciones del caso y de un tratamiento médico adecuado.





El Fenómeno del satanismo en la sociedad contemporánea



En la sociedad actual está creciendo la adhesión a sectas satánicas, la participación en los ritos introducidos por estas, la invocación de seres demoníacos, el culto personal y solitario del demonio, y la afirmación de ideas provenientes del ambiente satanista.





Acciones pastorales de la lglesia frente al fenómeno del satanismo



El reconocimiento de la existencia del fenómeno satanista. Esta es una de las primeras acciones que debemos realizar ya que se ha venido dando una cierta tendencia entre pensadores y teólogos a indicar que no existe ni el demonio ni el infierno. Es un hecho que toca, por tanto, a nuestra fe

Es un problema complejo: no sólo de carácter religioso. También afecta a otros sectores de la sociedad. En nuestras sociedades es, incluso, considerado un problema de seguridad de Estado, por sus implicaciones en diversos campos

Debe haber alguien que lo estudie y pueda dar informaciones convenientes y serias a los agentes pastorales, así como a los miembros de las comunidades. Ese conocimiento no puede ser una simple información, sino que debe concluir en una toma de posición desde la fe.

Si se le estudia no es por simple curiosidad, sino para brindar aportes a quienes tienen la tarea de la evangelización directa.

[ Next Thread | Previous Thread | Next Message | Previous Message ]

[ Contact Forum Admin ]


Forum timezone: GMT-8
VF Version: 3.00b, ConfDB:
Before posting please read our privacy policy.
VoyForums(tm) is a Free Service from Voyager Info-Systems.
Copyright © 1998-2019 Voyager Info-Systems. All Rights Reserved.